Image

Consigue tu Independencia Financiera para transformar tu vida y jubilarte como te mereces, y cuando tú decidas.

"Soy uno de los autores más vendidos en Amazon España desde 2013"
Image

Errores sobre el dinero

Errores sobre el dinero; Confiar en la suerte

Casi nadie se hace rico por suerte. Lo normal es que sea un proceso prolongado en el tiempo de trabajo, ahorro e inversión.
Se puede esperar a la suerte (lotería, por ejemplo) pero lo más probable es pasarse la vida esperando sin que llegue. Incluso cuando llega una gran parte de los afortunados no sabe gestionar el dinero que ha recibido de golpe y puede acabar perdiéndolo con relativa facilidad.
Aumentar el nivel de vida de cada persona es cuestión de planificación y perseverancia. Es un camino más lento, pero mucho más seguro porque siempre da buenos resultados a los que deciden seguirlo y no lo abandonan. Tiene además la ventaja de que el patrimonio adquirido de esta forma es mucho más estable y tiende a perdurar en el tiempo porque la capacidad de gestionar dinero de la persona aumenta al mismo ritmo que lo hace su patrimonio, fruto de la experiencia y la reflexión.
Esperar a la suerte es perder el tiempo y retrasar la llegada de esa mejora del nivel de vida que tanto se espera. Lo racional es comenzar hoy (si no se ha hecho ya) a planificar el futuro del ahorro y la inversión porque es la forma habitual de hacer crecer el patrimonio de una persona y la que asegura los buenos resultados, aunque no sean tan rápidos como a todos nos gustaría.

Errores sobre el dinero; El miedo excesivo

La prudencia es algo muy deseable al gestionar dinero, pero el miedo es contraproducente y suele llevar a asumir unos riesgos mucho mayores de los que se intenta evitar, y además sin ser consciente de estar corriendo dichos riesgos.
Todas las inversiones (renta fija, Bolsa, inmuebles, etc.) tienen sus riesgos y hay que conocerlos. No existe la inversión ideal para todo el mundo, cada uno debe buscar cuál es la mejor inversión para su caso. Pero antes de rechazar una inversión debe estudiarse para poder opinar sobre ella.
Está bien rechazar una inversión, pero ese rechazo debe fundamentarse con razonamientos lógicos y coherentes. Tener miedo no es una actitud racional, como tampoco lo es actuar basándose solamente en lo que otros dicen o en cosas que se han leído de pasada sin haber analizado si las opiniones de esas otras personas son correctas o no y en qué se basan.
El problema añadido de rechazar una inversión por miedo sin haberla analizado es que es muy probable que tampoco se haya dedicado el tiempo suficiente a analizar la inversión en la que se tenga el dinero en la actualidad. Es muy raro que alguien no estudie en absoluto un tipo de inversión y sin embargo sí analice de forma muy detallada otras inversiones. De ser así probablemente el inversor está corriendo riesgos que desconoce y que podrían ser superiores a los de esa inversión que rechaza por miedo.

Errores sobre el dinero; Comprar productos sólo por la marca

De cualquier producto hay marcas de distintas calidades y en muchas ocasiones las marcas de mayor precio son también las de mayor calidad. Pero esto no siempre es así, y también hay otros casos en los que algunas marcas consiguen fabricarse una imagen muy deseada y su calidad real no se corresponde con el precio que piden por sus productos.
En el mundo hay millones de productos distintos y no se pueden dar reglas generales para detectar qué marcas tienen unos precios acordes con su calidad y qué marcas utilizan su imagen para poner un precio de venta a sus productos muy superior a su calidad objetiva.
Siempre debe hacerse estas 2 preguntas:
  1. Si lo que va a comprar no fuera de esa marca, ¿lo compraría?

  2. Suponiendo que la respuesta a la pregunta anterior sea sí porque necesita o quiere un objeto con esas características, ¿pagaría ese precio por él si no fuera de esa marca?
Lo difícil es que la respuesta a estas preguntas no siempre es “claramente sí” o “claramente no” porque hay marcas que tienen una fiabilidad contrastada y es correcto pagar un poco más por un producto de una marca fiable y que ya le ha dado buen resultado en otras ocasiones. Por eso en muchas ocasiones la respuesta correcta sería “precisamente pago un poco más por que es de esta marca y creo que su calidad lo merece”. La cuestión está cuando en lugar de “un poco más” es “mucho más” y, además, observando el producto no “se ve” dónde está la diferencia de dinero respecto a otras marcas.
Es imposible desarrollar una fórmula para marcar la frontera entre lo que merce la pena y lo que no, pero al menos debe hacerse estas preguntas y analizar cada caso antes de hacer la compra. Y si lo que más le atrae de ese producto es que sus familiares y conocidos van a ver la etiqueta de la marca X entonces muy probablemente no está gestionando bien su dinero.

Errores sobre el dinero; Con lo que mucha gente gasta en copas podrían tener una jubilación mucho mejor que la de la Seguridad Social

Las cifras que se han utilizado para este supuesto son:
  1. Inversión anual: 2.600 euros (50 euros cada fin de semana)

  2. En el momento de comprar las acciones se obtiene una rentabilidad del 5% el primer año

  3. Los dividendos crecen un 10% anual

  4. La inflación media es del 2%.

  5. El ahorro anual (los 2.600 euros al año) se incrementa cada año al mismo ritmo que la inflación.

  6. Sobre los dividendos cobrados se paga un 20% al año a Hacienda.

  7. Los dividendos (menos los impuestos antes mencionados) se reinvierten en la compra de más acciones
Al cabo de 40 años (de los 20 a los 60, por ejemplo), bajo las condiciones antes expuestas, se acumula una cartera de acciones (ya descontada la inflación) con un valor de 1.868.412 euros (sin descontar la inflación son 4.044.635 euros) que dan una renta anual por dividendos (ya descontada la inflación) de 93.421 euros (sin descontar la inflación son 202.232 euros).
Si en lugar de gastar 50 euros a la semana se gastan 25 euros (1.300 euros al año) las cifras que se obtienen (manteniendo iguales el resto de condiciones) son que al cabo de 40 años se acumula una cartera de acciones (ya descontada la inflación) con un valor de 934.206 euros (sin descontar la inflación son 2.022.318 euros) que dan una renta anual por dividendos (ya descontada la inflación) de 46.710 euros (sin descontar la inflación son 101.116 euros).
Puede hacer sus propias simulaciones con la hoja excel que encontrará en Estudio de la rentabilidad que se puede obtener en Bolsa a largo plazo, variando la inflación, la rentabilidad media esperada, etc. y tomar la decisión que más le interese.
A partir de los 40 años (más precisamente, del momento en que cada uno decida jubilarse) el valor del patrimonio y las rentas cobradas siguen aumentando (en media) por encima de la inflación, aunque a un ritmo menor porque los dividendos en lugar de reinvertirse se destinan a cubrir los gastos. Por supuesto, al fallecimiento de la persona el patrimonio acumulado pasa a manos de sus herederos.
Sirvan estas cifras también para recalcar, una vez más, la inmensa estafa que es el actual sistema público de pensiones:
En qué consiste la estafa piramidal de las pensiones públicas y cómo solucionarla

Errores sobre el dinero; Utilizar huchas

El dinero estancado se “muere” poco a poco por la inflación.
Está muy bien ahorrar, pero no se debe meter dinero en huchas porque el dinero debe estar trabajando siempre. Si se le deja “tumbarse a la bartola” pierde poder adquisitivo constantemente, cada día que pasa.
No hay que utilizar huchas nunca. Si se quiere tener apartada una cantidad de dinero por el motivo que sea hay que ir depositándola en algún sitio en el que el dinero no esté quieto, como por ejemplo una cuenta remunerada.
El dinero que metemos en las huchas a nosotros no nos da ningún interés, y además el banco no puede prestárselo a otras personas para que monten una empresa, se compren una vivienda, etc. Todo el mundo sale perdiendo cuando se deja al dinero “morirse” en huchas.
Además de la cantidad de intereses que se deja de cobrar la utilización de huchas tiene un efecto muy negativo en la mentalidad de las personas porque les hace despreciar el tiempo y les impide ver el dinero como algo que debe “moverse” para generar más riqueza, ya que de lo contrario pierde valor un día detrás de otro. Esto, muy probablemente, afectará no sólo al dinero que se encuentra en la hucha sino al resto del dinero y activos que posea esa persona y a sus futuros ingresos. Si una persona cree que no está perdiendo nada por dejar el dinero en una hucha es poco probable que gestione correctamente su patrimonio y sus ingresos.
El dinero no es un fin, sino un medio. Si se utiliza correctamente mejora la vida de su propietario y del resto de la sociedad, pero si se utiliza mal todo el mundo sale perjudicado.
No tiene sentido acostumbrarse a ver como algo normal que el dinero coja polvo y no sea utilizado para lo que fue creado; generar más riqueza y mejorar la vida de las personas.
Image
We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.