Saludos,
Haciendo la declaración de la renta de este año se me ha ocurrido una estrategia con la que aparentemente es imposible perder dinero, así que la expongo aquí para que me corrijáis porque de ser como estoy pensando todo el mundo invertiría en el MAB.
Resulta que en algunas comunidades autónomas te hacen una bonificación del 20% de lo que inviertas. Los requisitos son que la empresa tenga sede social en tu comunidad y que mantengas la inversión 2 años.
Por lo tanto partimos que de entrada lo que inviertas un 20% automáticamente lo ganas al año siguiente en tu declaración. A partir de aquí 2 posibles escenarios:
-A: La empresa madura y mejora, la acción sube y te quedas con un muy buen precio o si quieres vendes y sacas plusvalías.
-B: La empresa va mal, pierdes dinero o incluso quiebra. Pues vendes lo que te quede pasado 2 años y compensas con las minusvalías los dividendos de ese año.
Es una estrategia complementaria y secundaria, evidentemente, en la que invertiría como máximo hasta un 50% más de lo que vaya a cobrar en dividendos (con eso me aseguro que aunque la empresa pierda un 70% de su valor no perderé dinero)
¿Qué os parece?
Haciendo la declaración de la renta de este año se me ha ocurrido una estrategia con la que aparentemente es imposible perder dinero, así que la expongo aquí para que me corrijáis porque de ser como estoy pensando todo el mundo invertiría en el MAB.
Resulta que en algunas comunidades autónomas te hacen una bonificación del 20% de lo que inviertas. Los requisitos son que la empresa tenga sede social en tu comunidad y que mantengas la inversión 2 años.
Por lo tanto partimos que de entrada lo que inviertas un 20% automáticamente lo ganas al año siguiente en tu declaración. A partir de aquí 2 posibles escenarios:
-A: La empresa madura y mejora, la acción sube y te quedas con un muy buen precio o si quieres vendes y sacas plusvalías.
-B: La empresa va mal, pierdes dinero o incluso quiebra. Pues vendes lo que te quede pasado 2 años y compensas con las minusvalías los dividendos de ese año.
Es una estrategia complementaria y secundaria, evidentemente, en la que invertiría como máximo hasta un 50% más de lo que vaya a cobrar en dividendos (con eso me aseguro que aunque la empresa pierda un 70% de su valor no perderé dinero)
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