Muy buenas a todos los amantes de este maravilloso mundo de la inversión!
Mi nombre es Eloy y llevo bastante tiempo dándole vueltas a abrir un blog, hilo o similar donde poder contar mi andadura por este mundo, los errores que he cometido (que no son pocos) y las operaciones que voy realizando. Esto me servirá para reflexionar sobre mi estrategia y los valores en cartera, para recibir comentarios y feedback de todos vosotros (que para mí es muy enriquecedor), para hacer que este largo camino hacia la independencia financiera sea más ameno en compañía de todos vosotros y sobre todo para facilitar el camino a los menos experimentados y ayudarles a que no cometan los mismos errores que yo he cometido.
Tengo que agradecer a varios de los miembros del grupo de Telegram de “Invertir a Largo Plazo” que me han impulsado a dar el paso de abrir el hilo y contar mi historia. Por supuesto, agradecer también a los creadores de ese grupo maravilloso (muchos de los cuales también tienen hilo por aquí y seguramente son seguidos por todos vosotros), donde vamos contando las oportunidades que vemos en valores interesantes para esta estrategia, las operaciones que realizamos y sobre todo nos vamos apoyando y reforzando las ideas básicas de la fórmula mágica del ahorro + la inversión en dividendos crecientes + la reinversión de los mismos + la paciencia + el tiempo = la fuerza del interés compuesto.
En esta primera entrada (que a su vez he tenido que partir en tres porque era muy larga) os voy a contar un poco como empezó mi andadura en bolsa y como he ido reconvirtiendo la estrategia hasta llegar al punto actual de invertir (el grueso de mi cartera) en empresas de calidad B&H y DGI (Dividend Growth Investing). Más adelante os contaré por qué digo el grueso de mi cartera…
En las siguientes entradas, que publicaré a los pocos días de esta introducción (por no hacerla muy larga), os mostraré las tres principales carteras de inversión que mantengo y os iré explicando como he llegado hasta ellas, así como los cambios que tengo previsto realizar en el futuro próximo, espero que os guste y sin más dilación (que me enrollo) vamos al lío.El mundo de la bolsa siempre me ha llamado la atención y siempre la he seguido de cerca, pero curiosamente no me había atrevido a invertir en acciones directamente (anteriormente lo había hecho a través de fondos de inversión), hasta poco antes de casarme con mi mujer, que fue la que, junto a su familia, me abrió los ojos y me mostró las bondades de la estrategia de invertir en dividendos.
Mi mujer tuvo la suerte de que sus padres, poco a poco, le fueron formando una cartera de inversión en las principales empresas de nuestro “querido” Ibex35: TEF, SAN, BBVA, IBE, FER, REP e ITX, entre otras. Recuerdo que las primeras veces que me contaba que había cobrado tanto del dividendo de TEF o del de SAN (en ambos casos antes de los recortes del dividendo tras hacerse insostenibles) y yo lo comparaba con mis fondos de inversión que no me daban nada periódicamente y encima tampoco tenían revalorizaciones significativas y decía algo tiene que estar mal con mi estrategia.
También recuerdo en comidas familiares que mi suegro contaba que cobraba en dividendos netos anuales más o menos lo mismo que lo que recibía de su pensión de jubilación, o de cómo le daba igual que la acción de SAN subiese o bajase porque ya había cobrado en dividendos lo que había invertido inicialmente (de la época que daba más de un 10% de RPD) y ya las tenía totalmente amortizadas.
Fue entonces, a principios de 2008, cuando empecé a interesarme más por la bolsa y comencé a leer artículos en internet, además de la prensa salmón que en ese entonces creía que daba información válida para invertir. Sin hacer más larga la historia, a mediados de 2008 abrí el Broker Naranja de ING y, como muchos por aquí, comencé comprando acciones del mercado nacional (más vale malo por conocido…iluso de mi).
Mi primera compra fue SAN en octubre de 2008 al “maravilloso” precio de 7,15€ y poco después también entré en TEF y BBVA (a precios muy por encima de los actuales). En ese entonces no tenía muy clara la estrategia a seguir y a pesar de que sabía que a gente de mi entorno le había funcionado el B&H, a mí me quemaban las plusvalías latentes y estaba haciendo más trading y especulando que realmente invirtiendo. Encima el timing no fue el más adecuado ya que en septiembre de ese año cayó Lehman Brothers y la historia posterior ya la conocemos todos.
Así que después de dar varios tumbos y conseguir más pérdidas que plusvalías, además de las comisiones pagadas al Broker y pasar por Hacienda, decidí parar un poco y formarme de verdad antes de seguir jugando con el dinero que tanto cuesta ganarse. Fue entonces cuando empecé a leer los típicos libros de inversión por los que todos hemos pasado: “Padre Rico, Padre Pobre” de Kiyosaki, “El Inversor Inteligente” de B. Graham y a seguir Blogs de B&H y bolsa en general.
En paralelo veía como mi mujer seguía cobrando puntualmente sus dividendos sin hacer prácticamente nada ni interesarse por la cotización de sus empresas. Así que cada vez tenía más claro que mi estrategia sería invertir en empresas conocidas con buena RPD. Obviamente todavía no tenía mucha idea de análisis fundamental ni había escuchado la estrategia DGI, pero empezaba a salir del lado oscuro y a ver un poco la luz.
Aun estando seguro de que la inversión en dividendos combinada con el B&H era la estrategia adecuada para empezar a formar cartera de valores seguros que no vendería nunca, salvo que empeorarán significativamente los fundamentales de la Compañía, yo seguía cometiendo errores.
Por poner un ejemplo, en agosto de 2009 compré mis primeras 40 ITX al increíble precio de 37,24€ (7,45€ ajustado tras el Split de 5:1 que realizó en 2014). Durante el 2010 seguí ampliando hasta llegar a acumular 315 acciones de la textil a un precio medio de 49,70€ (9,94€ ajustado tras el split). Pues parecía que todo iba viento en popa y que por fin me había centrado en la estrategia. Pues no, el 26/05/2011 tuve la maravillosa idea de vender Inditex porque ya había subido mucho y la vendí a 63,18€ (12,64€ ajustado tras el Split). Es decir, vendí con una jugosa revalorización del +28,34% incluyendo dividendos que luego tuve que pasar por Hacienda al año siguiente para liquidar las plusvalías en la declaración de la renta. Ahora veo esos precios y me tiro de los pelos, con ITX cotizando a 24,75€ (tras las caídas recientes) podría tener unas plusvalías latentes de 144,45% + dividendos. En mi cartera actual llevo ITX a un precio medio un poco por debajo de la cotización actual (23,15€).
Mañana por la tarde publicaré la segunda parte de esta primera entrada.
Buen negocios a todos y que la bola de nieve siga rodando!
Mi nombre es Eloy y llevo bastante tiempo dándole vueltas a abrir un blog, hilo o similar donde poder contar mi andadura por este mundo, los errores que he cometido (que no son pocos) y las operaciones que voy realizando. Esto me servirá para reflexionar sobre mi estrategia y los valores en cartera, para recibir comentarios y feedback de todos vosotros (que para mí es muy enriquecedor), para hacer que este largo camino hacia la independencia financiera sea más ameno en compañía de todos vosotros y sobre todo para facilitar el camino a los menos experimentados y ayudarles a que no cometan los mismos errores que yo he cometido.
Tengo que agradecer a varios de los miembros del grupo de Telegram de “Invertir a Largo Plazo” que me han impulsado a dar el paso de abrir el hilo y contar mi historia. Por supuesto, agradecer también a los creadores de ese grupo maravilloso (muchos de los cuales también tienen hilo por aquí y seguramente son seguidos por todos vosotros), donde vamos contando las oportunidades que vemos en valores interesantes para esta estrategia, las operaciones que realizamos y sobre todo nos vamos apoyando y reforzando las ideas básicas de la fórmula mágica del ahorro + la inversión en dividendos crecientes + la reinversión de los mismos + la paciencia + el tiempo = la fuerza del interés compuesto.
En esta primera entrada (que a su vez he tenido que partir en tres porque era muy larga) os voy a contar un poco como empezó mi andadura en bolsa y como he ido reconvirtiendo la estrategia hasta llegar al punto actual de invertir (el grueso de mi cartera) en empresas de calidad B&H y DGI (Dividend Growth Investing). Más adelante os contaré por qué digo el grueso de mi cartera…
En las siguientes entradas, que publicaré a los pocos días de esta introducción (por no hacerla muy larga), os mostraré las tres principales carteras de inversión que mantengo y os iré explicando como he llegado hasta ellas, así como los cambios que tengo previsto realizar en el futuro próximo, espero que os guste y sin más dilación (que me enrollo) vamos al lío.El mundo de la bolsa siempre me ha llamado la atención y siempre la he seguido de cerca, pero curiosamente no me había atrevido a invertir en acciones directamente (anteriormente lo había hecho a través de fondos de inversión), hasta poco antes de casarme con mi mujer, que fue la que, junto a su familia, me abrió los ojos y me mostró las bondades de la estrategia de invertir en dividendos.
Mi mujer tuvo la suerte de que sus padres, poco a poco, le fueron formando una cartera de inversión en las principales empresas de nuestro “querido” Ibex35: TEF, SAN, BBVA, IBE, FER, REP e ITX, entre otras. Recuerdo que las primeras veces que me contaba que había cobrado tanto del dividendo de TEF o del de SAN (en ambos casos antes de los recortes del dividendo tras hacerse insostenibles) y yo lo comparaba con mis fondos de inversión que no me daban nada periódicamente y encima tampoco tenían revalorizaciones significativas y decía algo tiene que estar mal con mi estrategia.
También recuerdo en comidas familiares que mi suegro contaba que cobraba en dividendos netos anuales más o menos lo mismo que lo que recibía de su pensión de jubilación, o de cómo le daba igual que la acción de SAN subiese o bajase porque ya había cobrado en dividendos lo que había invertido inicialmente (de la época que daba más de un 10% de RPD) y ya las tenía totalmente amortizadas.
Fue entonces, a principios de 2008, cuando empecé a interesarme más por la bolsa y comencé a leer artículos en internet, además de la prensa salmón que en ese entonces creía que daba información válida para invertir. Sin hacer más larga la historia, a mediados de 2008 abrí el Broker Naranja de ING y, como muchos por aquí, comencé comprando acciones del mercado nacional (más vale malo por conocido…iluso de mi).
Mi primera compra fue SAN en octubre de 2008 al “maravilloso” precio de 7,15€ y poco después también entré en TEF y BBVA (a precios muy por encima de los actuales). En ese entonces no tenía muy clara la estrategia a seguir y a pesar de que sabía que a gente de mi entorno le había funcionado el B&H, a mí me quemaban las plusvalías latentes y estaba haciendo más trading y especulando que realmente invirtiendo. Encima el timing no fue el más adecuado ya que en septiembre de ese año cayó Lehman Brothers y la historia posterior ya la conocemos todos.
Así que después de dar varios tumbos y conseguir más pérdidas que plusvalías, además de las comisiones pagadas al Broker y pasar por Hacienda, decidí parar un poco y formarme de verdad antes de seguir jugando con el dinero que tanto cuesta ganarse. Fue entonces cuando empecé a leer los típicos libros de inversión por los que todos hemos pasado: “Padre Rico, Padre Pobre” de Kiyosaki, “El Inversor Inteligente” de B. Graham y a seguir Blogs de B&H y bolsa en general.
En paralelo veía como mi mujer seguía cobrando puntualmente sus dividendos sin hacer prácticamente nada ni interesarse por la cotización de sus empresas. Así que cada vez tenía más claro que mi estrategia sería invertir en empresas conocidas con buena RPD. Obviamente todavía no tenía mucha idea de análisis fundamental ni había escuchado la estrategia DGI, pero empezaba a salir del lado oscuro y a ver un poco la luz.
Aun estando seguro de que la inversión en dividendos combinada con el B&H era la estrategia adecuada para empezar a formar cartera de valores seguros que no vendería nunca, salvo que empeorarán significativamente los fundamentales de la Compañía, yo seguía cometiendo errores.
Por poner un ejemplo, en agosto de 2009 compré mis primeras 40 ITX al increíble precio de 37,24€ (7,45€ ajustado tras el Split de 5:1 que realizó en 2014). Durante el 2010 seguí ampliando hasta llegar a acumular 315 acciones de la textil a un precio medio de 49,70€ (9,94€ ajustado tras el split). Pues parecía que todo iba viento en popa y que por fin me había centrado en la estrategia. Pues no, el 26/05/2011 tuve la maravillosa idea de vender Inditex porque ya había subido mucho y la vendí a 63,18€ (12,64€ ajustado tras el Split). Es decir, vendí con una jugosa revalorización del +28,34% incluyendo dividendos que luego tuve que pasar por Hacienda al año siguiente para liquidar las plusvalías en la declaración de la renta. Ahora veo esos precios y me tiro de los pelos, con ITX cotizando a 24,75€ (tras las caídas recientes) podría tener unas plusvalías latentes de 144,45% + dividendos. En mi cartera actual llevo ITX a un precio medio un poco por debajo de la cotización actual (23,15€).
Mañana por la tarde publicaré la segunda parte de esta primera entrada.
Buen negocios a todos y que la bola de nieve siga rodando!
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