Romances y cuitas palaciegas, un gran anacronismo lo del dividendo sí, dividendo, no de Repsol. Primero, porque el mercado ya lo viene descontando desde el año pasado, y ahora más tras los magníficos hallazgos, que exigirán más inversiones. Segundo, porque en la Bolsa global el concepto de dividendo es flexible y, siempre, adaptado a las exigencias del momento. Tal es así, que la cerrazón por mantener un dividendo clásico puede ser mal recibida en Bolsa, y al revés. En lo que respecta a la multinacional petroquímica Repsol existe más morbo mediático que bursátil. Unos cuantos observadores tradicionales han esgrimido que este fenómeno es una cuestión de Estado ¡dios mío, como si el Estado estuviera para estas cosas, con las que está cayendo! El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, propondrá mañana miércoles al Consejo de Administración de la petrolera un recorte del dividendo para 2009 del 19% respecto al ejercicio anterior, con el objetivo de ajustar la retribución a la previsible caída del beneficio en el año en curso. Fuentes del sector consideran que la propuesta consistirá en un dividendo a cuenta de 0,425 euros por acción que, como suele ser habitual, antecederá al pago de una retribución extraordinaria similar antes de la junta general de accionistas de 2010. De esta forma, el pago final será de 0,85 euros por acción, frente a los 1,05 euros del año pasado, y permitirá ingresar al principal accionista de la compañía, Sacyr (20%), 206 millones de euros, frente a los 144 millones que recibirá La Caixa por su 14%.
En contra de lo sucedido en otras ocasiones, la reunión en la que se acuerda el dividendo del año se celebra en noviembre, y no en diciembre, lo que podría permitir a la empresa abonar el dividendo antes de 2010 y evitar la subida de impuestos a la renta de capitales que se producirá en el próximo ejercicio.
La bolsa ya lo ha descontado por activa y por pasiva
“De infraponderar a sobreponderar y comprar. Este el cambio de agujas observado en las recomendaciones de última hora por parte de la mayor parte de las firmas de Bolsa, nacionales y extranjeras, que cubren a Repsol en sus informes de situación y de estrategia. La polémica suscitada por el posible recorte de dividendo, aspecto que ya está recogida en las valoraciones actuales, lo consideramos más un asunto interno que extrapolable al conjunto de la Bolsa. es más, sus grandes compañías homólogas internacionales han procedido en los últimos eses a podas muy importantes en los dividendos y nadie nos hemos rasgado las vestiduras, porque el ciclo económico pesa mucho en este tipo de empresas.
Por eso, las proyecciones que se hacen con calma y tino siempre son mejor recibidas que las que se proclaman con salvas. Repsol está haciendo muy bien sus deberes en todas las parcelas, desde la reducción del apalancamiento, algo que no pueden decir muchas empresas de la Bolsa española en circunstancias similares, hasta el manejo de las inversiones futuras ante los exitosos hallazgos comunicados en los últimos meses”, dice el analista jefe de un banco de inversión extranjero afincado en nuestro país y con posiciones largas en la compañía.
Y en el mundo, las cosas son como son
Mientras aquí algunos pelan la pava con este asunto, en el mundo, las necesidades de liquidez han provocado el mayor descenso en 50 años en el pago de dividendo dentro de las compañías estadounidenses. Según datos de la agencia Standard & Poor´s, Citigroup, Genworth Financial y New York Times lideran el ranking de compañías que han cancelado o reducido la retribución al accionista en los últimos doce meses. Sólo durante el mes de noviembre del año pasado, 91 anunciaron rebajas o suspensiones de sus dividendos, frente a las 81 registradas en octubre o las 60 de septiembre de un año antes. Este es el peor dato desde mayo de 1985, cuando 113 empresas rebajaron este pago.
Además, el número de acciones ordinarias americanas se han incrementado por primera vez cinco años, lo que amenaza con diluir los beneficios corporativos de las compañías, y el mayor recorte de dividendos desde 1938. Alan Gayle, gestor de Ridgeworth Investments señala que “esto es inaceptable. Las compañías tienen ganancias muy débiles, el precio de la acción baja, y entonces ¿qué es lo que ellas hacen?...¿ellas quieren elevar el capital?...claramente es no es una buena cosa”.
Los últimos datos obtenidos señalan que el número de acciones en circulación del S&P 500 se ha elevado un 3,4% desde el 31 de marzo de este año, lo que implica la misma reducción en el BPA estimado para el actual ejercicio, que se sitúa ahora según consenso de mercado en 57,23$ (PER09e 16,4x por encima de la media histórica).
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