Un artículo de opinión que venía en la sección de Economía de El País de este domingo.
Para leerlo completo:
Lo primero que hay que entender a la hora de valorar las posibles consecuencias que tiene sobre las inversiones el nuevo entorno de tipos de interés es que ha venido para quedarse. [...] Una vez que asumimos este nuevo paradigma —que hay que ver lo que cuesta—, las consecuencias de lo que algunos ya denominan como represión financiera —otros, nuevo monetarismo— van a ser muchas. [...]
La principal, sobre todo por el peso que tienen en el ahorro financiero de las familias españolas, es que lo que conocemos como inversiones conservadoras (depósitos, renta fija…) van a tener difícil obtener rentabilidades superiores a la inflación. Y no hay vuelta de hoja: quien quiera aspirar a que sus ahorros no pierdan valor va a tener que asumir algo de riesgo.
La principal, sobre todo por el peso que tienen en el ahorro financiero de las familias españolas, es que lo que conocemos como inversiones conservadoras (depósitos, renta fija…) van a tener difícil obtener rentabilidades superiores a la inflación. Y no hay vuelta de hoja: quien quiera aspirar a que sus ahorros no pierdan valor va a tener que asumir algo de riesgo.
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