Buen aporte, H3PO4.
Para mi hay varios motivos:
1) Que los bancos no sabían cómo iba a evolucionar el mercado inmobiliario y yo creo que en muchos momentos esperaban una salida en V como en la crisis del 92-93.
Es verdad que SAN ya había empezado a vender sus inmuebles (oficinas) antes del extallido de la burbuja, pero creo que eso se debió más a que le pareció que podía obtener un buen precio con el que expandirse en el exterior (en aquel entonces, en UK). De haber sido capaces de preveer lo que iba a pasar, lo mejor habría sido hacer caja y tener ese dinero ocioso para acometer sus compras un par de años más tarde con unas rebajas del 80%.
2) Que los bancos están en una especie de círculo vicioso: si no sacan los inmuebles a la venta, pierden dinero (impuestos, mantenimiento del inmueble, provisiones...), pero si todos los bancos hubieran sacado a la venta su stock de golpe los precios se habrían desplomado y habrían tenido que aprovisionar todavía más y sospecho que más del 90% de las entidades financieras españolas habrían entrado en bancarrota.
Entonces la solución fue ir sacando los pisos poco a poco y el Gobierno, sabedor de lo que podía llegar a pasar si se descubría el pastel, les iba echando una mano de vez en cuando sin que se notara demasiado: salía por el exterior diciendo que las normas anticíclicas del Banco de España habían hecho que los únicos bancos de la OCDE que no hubieron de ser rescatados fueron los españoles, mentía descaradamente al decir que los precios de la vivienda habían caído entorno al 5% en los primeros años de crisis cuando los descensos rondaron el 20% (nadie compra una casa hoy si prevee que dentro de un año le va a salir un 20% más barata) y fingía creerse las fantasías que reflejaban los balances.
Pero a medida que los inversores extranjeros empezaron a sospechar de que España estaba ocultando muchas cosas y nuestra prima de riesgo no dejaba de aumentar, de Guindos tomó la (a mi juicio, acertada, aún cuando se atribuyera competencias que pertenecían al Banco de España) decisión de empezar a presionar a los bancos para que fueran aligerando su exposición inmobiliaria.
3) Los bancos viven de su imagen: casi nadie le deja su dinero a una entidad sospechosa de estar pasando apuros y, los pocos que lo hacen, lo hacen atraidos por una mayor rentabilidad que merma los márgenes del banco.
Por tanto, reconocer lo que pasaba era tirar piedras contra su propio tejado.
Originalmente publicado por fibbo
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1) Que los bancos no sabían cómo iba a evolucionar el mercado inmobiliario y yo creo que en muchos momentos esperaban una salida en V como en la crisis del 92-93.
Es verdad que SAN ya había empezado a vender sus inmuebles (oficinas) antes del extallido de la burbuja, pero creo que eso se debió más a que le pareció que podía obtener un buen precio con el que expandirse en el exterior (en aquel entonces, en UK). De haber sido capaces de preveer lo que iba a pasar, lo mejor habría sido hacer caja y tener ese dinero ocioso para acometer sus compras un par de años más tarde con unas rebajas del 80%.
2) Que los bancos están en una especie de círculo vicioso: si no sacan los inmuebles a la venta, pierden dinero (impuestos, mantenimiento del inmueble, provisiones...), pero si todos los bancos hubieran sacado a la venta su stock de golpe los precios se habrían desplomado y habrían tenido que aprovisionar todavía más y sospecho que más del 90% de las entidades financieras españolas habrían entrado en bancarrota.
Entonces la solución fue ir sacando los pisos poco a poco y el Gobierno, sabedor de lo que podía llegar a pasar si se descubría el pastel, les iba echando una mano de vez en cuando sin que se notara demasiado: salía por el exterior diciendo que las normas anticíclicas del Banco de España habían hecho que los únicos bancos de la OCDE que no hubieron de ser rescatados fueron los españoles, mentía descaradamente al decir que los precios de la vivienda habían caído entorno al 5% en los primeros años de crisis cuando los descensos rondaron el 20% (nadie compra una casa hoy si prevee que dentro de un año le va a salir un 20% más barata) y fingía creerse las fantasías que reflejaban los balances.
Pero a medida que los inversores extranjeros empezaron a sospechar de que España estaba ocultando muchas cosas y nuestra prima de riesgo no dejaba de aumentar, de Guindos tomó la (a mi juicio, acertada, aún cuando se atribuyera competencias que pertenecían al Banco de España) decisión de empezar a presionar a los bancos para que fueran aligerando su exposición inmobiliaria.
3) Los bancos viven de su imagen: casi nadie le deja su dinero a una entidad sospechosa de estar pasando apuros y, los pocos que lo hacen, lo hacen atraidos por una mayor rentabilidad que merma los márgenes del banco.
Por tanto, reconocer lo que pasaba era tirar piedras contra su propio tejado.
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