Si provisionan tanto es porque realmente hay gato encerrado y la situación no debe estar tan boyante como se quiere hacer ver. Habrá que estar atentos a lo que pueda fraguarse.
Citigroup y JPMorgan están incrementando sus posiciones en liquidez como si se acercara otra crisis. El primero ha casi duplicado su liquidez desde que quebró Lehman Brothers, hasta los 244.200 millones de dólares, lo que representa a día de hoy el mayor colchón de un banco estadounidense. Le sigue JPMorgan, con un 22% de sus activos en liquidez, frente al 9,5% que tenía en junio de 2008. La financiera CIT se declara en quiebra: es la quinta mayor bancarrota de EEUU.
La entidad, que el año pasado estuvo al borde de la quiebra y recibió una inyección de 45.000 millones de dólares del Gobierno, está cada vez más presionada por el Departamento del Tesoro y los reguladores para aumentar sus reservas de liquidez de cara a posibles emergencias, incluso aunque la situación de los mercados haya mejorado notablemente.
Esta medida de prevención, a la vez que puede ayudar a restaurar la confianza en el sistema financiero, ofrece muy poco consuelo a los accionistas, que a partir de ahora van a ver bajar drásticamente la rentabilidad del negocio bancario, al invetir las entidades en activos más seguros, pero que ofrecen menos margen de ganancias.
Menos rentabilidad, más tranquilidad
"Es un movimiento inteligente a largo plazo, pero desde luego va a suponer una reducción notable de la rentabilidad de estas empresas. Conforme vayamos viendo una mayor estabilidad económica, los niveles de liquidez irán bajando, pero desde luego nunca volverán a estar en la insana cota en la que llegaron a estar antes de la crisis", explica Eric Hovde, consejero delegado de la gestora de hedge funds Hovde Capital Advisors.
La falta de fondos o un nivel insuficiente "puede contribuir mucho a la bancarrota de una entidad", advirtió el Departamento del Tesoro en un informe emitido cerca del primer aniversario de la quiebra de Lehman, el pasado septiembre.
Entonces, la institución afirmó que los bancos deberían "mantener en su balance una piscina de activos líquidos suficiente como para cubrir las carencias que ocasiona una situación de falta de liquidez en el mercado".
Prudencia global
Este fenómeno trasciende las fronteras norteamericanas. Los bancos de todo el mundo han aumentado sus reservas en 1,4 billones desde que a mediados de 2007 la crisis comenzó a apretar y a provocar castigos en el mercado.
En el caso de Estados Unidos, los cuatro mayores bancos por volumen de activos (Bank of America, JPMorgan, Citigroup y Wells Fargo) han aumentado sus posiciones en liquidez un 67% entre junio de 2008 y septiembre de 2009, desde los 914.200 millones de dólares hasta los 1,53 billones. Esto representa un 21% de media del total de activos de los bancos.
Esta liquidez incluye cash, depósitos y algunos activos de renta fija, que pueden servir como garantía o aval para conseguir futuros préstamos de la Fed y de otras entidades.
¿Futuro más conservador?
Pese a todo, hay que tener en cuenta que las entidades estadounidenses no están ni de lejos cerca de alcanzar el nivel de liquidez de, por ejemplo, la década de los 40. Después de la Gran Depresión, el nivel de cash de las entidades rondaba el 83% de media.
"La caída de unos 9.000 bancos en esa época dejó en shock a los supervivientes, que dispararon las reservas para dormir mejor por las noches. Pero gradualmente fueron bajando sus niveles de liquidez y volvieron a otorgar préstamos e hipotecas. Esto, eso sí, no pasará de la noche a la mañana", señala Richard Sylla, profesor de economía de Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York.
elEconomista
Citigroup y JPMorgan están incrementando sus posiciones en liquidez como si se acercara otra crisis. El primero ha casi duplicado su liquidez desde que quebró Lehman Brothers, hasta los 244.200 millones de dólares, lo que representa a día de hoy el mayor colchón de un banco estadounidense. Le sigue JPMorgan, con un 22% de sus activos en liquidez, frente al 9,5% que tenía en junio de 2008. La financiera CIT se declara en quiebra: es la quinta mayor bancarrota de EEUU.
La entidad, que el año pasado estuvo al borde de la quiebra y recibió una inyección de 45.000 millones de dólares del Gobierno, está cada vez más presionada por el Departamento del Tesoro y los reguladores para aumentar sus reservas de liquidez de cara a posibles emergencias, incluso aunque la situación de los mercados haya mejorado notablemente.
Esta medida de prevención, a la vez que puede ayudar a restaurar la confianza en el sistema financiero, ofrece muy poco consuelo a los accionistas, que a partir de ahora van a ver bajar drásticamente la rentabilidad del negocio bancario, al invetir las entidades en activos más seguros, pero que ofrecen menos margen de ganancias.
Menos rentabilidad, más tranquilidad
"Es un movimiento inteligente a largo plazo, pero desde luego va a suponer una reducción notable de la rentabilidad de estas empresas. Conforme vayamos viendo una mayor estabilidad económica, los niveles de liquidez irán bajando, pero desde luego nunca volverán a estar en la insana cota en la que llegaron a estar antes de la crisis", explica Eric Hovde, consejero delegado de la gestora de hedge funds Hovde Capital Advisors.
La falta de fondos o un nivel insuficiente "puede contribuir mucho a la bancarrota de una entidad", advirtió el Departamento del Tesoro en un informe emitido cerca del primer aniversario de la quiebra de Lehman, el pasado septiembre.
Entonces, la institución afirmó que los bancos deberían "mantener en su balance una piscina de activos líquidos suficiente como para cubrir las carencias que ocasiona una situación de falta de liquidez en el mercado".
Prudencia global
Este fenómeno trasciende las fronteras norteamericanas. Los bancos de todo el mundo han aumentado sus reservas en 1,4 billones desde que a mediados de 2007 la crisis comenzó a apretar y a provocar castigos en el mercado.
En el caso de Estados Unidos, los cuatro mayores bancos por volumen de activos (Bank of America, JPMorgan, Citigroup y Wells Fargo) han aumentado sus posiciones en liquidez un 67% entre junio de 2008 y septiembre de 2009, desde los 914.200 millones de dólares hasta los 1,53 billones. Esto representa un 21% de media del total de activos de los bancos.
Esta liquidez incluye cash, depósitos y algunos activos de renta fija, que pueden servir como garantía o aval para conseguir futuros préstamos de la Fed y de otras entidades.
¿Futuro más conservador?
Pese a todo, hay que tener en cuenta que las entidades estadounidenses no están ni de lejos cerca de alcanzar el nivel de liquidez de, por ejemplo, la década de los 40. Después de la Gran Depresión, el nivel de cash de las entidades rondaba el 83% de media.
"La caída de unos 9.000 bancos en esa época dejó en shock a los supervivientes, que dispararon las reservas para dormir mejor por las noches. Pero gradualmente fueron bajando sus niveles de liquidez y volvieron a otorgar préstamos e hipotecas. Esto, eso sí, no pasará de la noche a la mañana", señala Richard Sylla, profesor de economía de Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York.
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