Buenas,
El objetivo de este post es doble. Por un lado, como sucede siempre que escribimos, hacerlo ayuda a poner en orden las propias ideas. Y por otro me gustaría poder devolverle al creador de esta web un poquito de lo mucho que el nos entrega generosamente. En ese sentido, Gregorio pregunta en ocasiones a la gente que lleva tiempo con la estrategia como ha cambiado su vida desde que la sigue. Sirva este post como respuesta a esa pregunta y como invitación a todo aquel que quiera comentar aspectos más personales y vitales sobre la influencia que este tipo de inversión ha tenido en ellos.
Y sin más preámbulos vamos al grano.
1. Cambios en la forma de pensar
* Cambios en la forma de gestionar la recompensa / autocontrol : Nuestro dinero es parte de nosotros, de nuestro tiempo, de nuestro esfuerzo, de nuestros sacrificios, de nuestros logros y de nuestro talento. Cuando invertimos estamos poniendo en juego todo eso. Es por ello que los efectos que tiene nuestro uso del mismo nos afectan profundísimamente. Lo curioso es que, hasta que empecé a invertir, solo notaba los efectos del dinero en su modalidad de gasto. Me compro un ordenador fruto de mi esfuerzo, compro un vino caro, me compro una chaqueta nueva muy chula, etc... Esas acciones de gasto generaban en mi una satisfacción intensa pero brevísima. En el momento que ese mismo dinero se convierte en inversión, el tipo de satisfacción obtenida cambia totalmente. La psicología ha estudiado las dificultades que tenemos para posponer una recompensa inmediata en pos de una recompensa aplazada. Pasar de la diferencia de la gratificación inmediata que da comprar una pieza de ropa cara a la gratificación que da tener unas acciones que ves como año tras año te van pagando un dinero nos puede resultar, ahora muy fácil, pero nuestra mente tiene en muchas ocasiones mucho más de emocional que de lógico, por lo que este paso no se puede dar sin una reestructuración importante a nivel cognitivo. El resultado de conseguirlo no solo es aumentar nuestra riqueza en términos materiales. Por el camino sufrimos una transforamación importantísima en la medida en que incrementamos muchísimo nuestro autocontrol. Dichos cambios, nacidos del esfuerzo inversor, quedan establecidos en nuestro funcionamiento cognitivo de forma general irradiando esa mejora del autocontrol al resto de nuestras facetas personales.
* Cambios en nuestro espectro de intereses: al decidir donde poner nuestro dinero nos resulta inevitable intentar hacer un esfuerzo, por pequeño que sea, por intentar entender dónde lo estamos poniendo. Cada uno tenemos nuestro ámbito de interés, mas o menos reducido. Conforme vas invirtiendo vas descubriendo campos que ni tan siquiera habías pensado que existían. Y en este caso también opera una especie de interés compuesto: cuanto más vas ampliando más intereses nuevos se van despertando.
* Mejor comprensión del funcionamiento del mundo: como consecuencia del punto anterior. Al invertir y vivir en carne propia los vaivenes del mercado resulta imposible no acabar entendiendo un poquito más como funciona "de verdad" el mundo, más allá de propagandas políticas y modas de pensamiento puntuales. Si a ese conocimiento le sumamos los ámbitos nuevos en los que vamos olfateando, poco a poco uno va encontrando algo más de sentido al funcionamiento de nuestra sociedad.
2. Cambios en los hábitos y en los valores
* Derivadas del mayor autocontrol: ¿para qué preparar un futuro económico mejor si no voy a tener salud? ¿Para que comprarme un jersey de 150 euros si con uno de 50 de massimo dutti voy igual de bien y, además, estoy invirtiendo en una de mis compañías? Cada uno se puede hacer sus preguntas, pero lo que yo personalmente noto es que al construir un proyecto a largo plazo el resto de tu vida va cobrando a su vez un sentido a largo plazo, por lo que tus decisiones se van viendo poco a poco influenciadas y van cobrando una mayor solidez. Lo que empieza como proyecto económico se acaba convirtiendo en un proyecto integral, un proyecto sobre la propia persona. Construyes la cartera y sin darte cuenta te vas reconstruyendo tu mismo.
*Cambios en los dispositivos de sentido: Chesterton dijo "quien no cree en Dios cree en cualquier cosa". Sirva la frase como ejemplo de que en general una vida humana requiere de dispositivos de sentido para ser llevada a cabo de forma sana. Uno puede vivir para su equipo de fútbol, para su dios, para su grupo de música favorita, para encontrar un amor en cada puerto, para viajar y conocer el mundo, etc. Al adentrarte en el mundo de la inversión, he notado un cambio profundo en mi sistema de valores y de creencias, un cambio lento pero inexorable. Me gusta menos el fútbol, disfruto más de la familia, le doy muchísimo más valor al tiempo y, en general, creo que hago mejores valoraciones, desde el precio de una cena o un producto tecnológico hasta la calidad de diferentes propuestas de ocio o de relaciones personales.
* Formación de un criterio propio y mejora de la capacidad de elección: elegir valores, elegir donde poner "200 horas de tu trabajo" no es una decisión cualquiera. Estás invirtiendo dinero que es tu tiempo, que es un trozo de tu vida. Y estás entrenando tu capacidad de elegir. Este punto me parece especialmente interesante. Después de cuatro años y medio invirtiendo, me descubro a mi mismo como alguien que toma mejores decisiones, que rara vez toma una decisión "a la babalá" y, como pasa en general con todos los aspectos que estoy comentando, aquí también opera una especie de "interés compuesto", ya que cada buena decisión o evita problemas o genera oportunidades o satisface o supone una ahorro de tiempo o dinero que luego puede encontrar un mejor destino.
3. Cambios emocionales:
* Mayor tranquilidad: Gregorio insiste mucho en este aspecto y creo que se queda corto. Conforme incrementan el patrimonio, la diversificación del mismo y las rentas, la sensación de dependencia de elementos incontrolables disminuye. Incluso al tener problemas familiares o laborales saber que se tiene un plan, una ayuda, un proyecto, genera en mi opinión un "colchón" emocional que permite afrontar las dificultades con algo más de temple y más acierto. Y una vez más todo redunda en todo. Mejores elecciones, periodos de dificultad mejor gestionados, menor duración de los mismos, más tiempo y más tranquilidad, más recursos personales para "invertirlos" en cosas que nos beneficien.
*Mayor autoestima: tengo una sensación muy curiosa. Cuando pienso en mi mismo antes de iniciar este camino siento "vértigo". Tener un proyecto claro aporta solidez personal, tranquilidad, desde la tranquilidad se toman mejores decisiones, etc. Me repito, lo se. Pero quiero transmitir esa sensación de que la transformación que se produce al iniciar la senda de la inversión es profunda, tiene mucho de transformación personal y psicológica, y sus derivadas son muchísimas y, en mi opinión, muy beneficiosas. Además te sientes reforzado. Tienes un plan, vas teniendo un patrimonio, vas sabiendo a donde vas, tienes más capacidad para "defenderte", eres más independiente, sabes más cosas y aprendes cada día, tienes más ganas de seguir aprendiendo. Vas adquiriendo todas esas cosas y un poquito de sabiduría. Tu YO no tiene más remedio que salir reforzado.
* Mayor ilusión: si la cosa va regular, sabes que tus hijos lo tendrán algo mejor y podrán aprovechar tu trabajo. Pero si la cosa va bien, es posible que podamos hacer y tener cosas que de otro modo no haríamos ni tendríamos. Y eso motiva mucho. Le da más sentido a madrugar, a estudiar y a trabajar. Incluso al sufrimiento en algunos momentos.
Y por el momento lo dejo aquí. Más adelante me gustaría hablar también de las dificultades que implica iniciar este camino, que no son pocas, y de los peligros en forma de tentaciones que nos encontramos en él.
Me encantaría conocer las sensaciones y los cambios que ha provocado en vuestra vida iniciar este camino.
Un cordial saludo
El objetivo de este post es doble. Por un lado, como sucede siempre que escribimos, hacerlo ayuda a poner en orden las propias ideas. Y por otro me gustaría poder devolverle al creador de esta web un poquito de lo mucho que el nos entrega generosamente. En ese sentido, Gregorio pregunta en ocasiones a la gente que lleva tiempo con la estrategia como ha cambiado su vida desde que la sigue. Sirva este post como respuesta a esa pregunta y como invitación a todo aquel que quiera comentar aspectos más personales y vitales sobre la influencia que este tipo de inversión ha tenido en ellos.
Y sin más preámbulos vamos al grano.
1. Cambios en la forma de pensar
* Cambios en la forma de gestionar la recompensa / autocontrol : Nuestro dinero es parte de nosotros, de nuestro tiempo, de nuestro esfuerzo, de nuestros sacrificios, de nuestros logros y de nuestro talento. Cuando invertimos estamos poniendo en juego todo eso. Es por ello que los efectos que tiene nuestro uso del mismo nos afectan profundísimamente. Lo curioso es que, hasta que empecé a invertir, solo notaba los efectos del dinero en su modalidad de gasto. Me compro un ordenador fruto de mi esfuerzo, compro un vino caro, me compro una chaqueta nueva muy chula, etc... Esas acciones de gasto generaban en mi una satisfacción intensa pero brevísima. En el momento que ese mismo dinero se convierte en inversión, el tipo de satisfacción obtenida cambia totalmente. La psicología ha estudiado las dificultades que tenemos para posponer una recompensa inmediata en pos de una recompensa aplazada. Pasar de la diferencia de la gratificación inmediata que da comprar una pieza de ropa cara a la gratificación que da tener unas acciones que ves como año tras año te van pagando un dinero nos puede resultar, ahora muy fácil, pero nuestra mente tiene en muchas ocasiones mucho más de emocional que de lógico, por lo que este paso no se puede dar sin una reestructuración importante a nivel cognitivo. El resultado de conseguirlo no solo es aumentar nuestra riqueza en términos materiales. Por el camino sufrimos una transforamación importantísima en la medida en que incrementamos muchísimo nuestro autocontrol. Dichos cambios, nacidos del esfuerzo inversor, quedan establecidos en nuestro funcionamiento cognitivo de forma general irradiando esa mejora del autocontrol al resto de nuestras facetas personales.
* Cambios en nuestro espectro de intereses: al decidir donde poner nuestro dinero nos resulta inevitable intentar hacer un esfuerzo, por pequeño que sea, por intentar entender dónde lo estamos poniendo. Cada uno tenemos nuestro ámbito de interés, mas o menos reducido. Conforme vas invirtiendo vas descubriendo campos que ni tan siquiera habías pensado que existían. Y en este caso también opera una especie de interés compuesto: cuanto más vas ampliando más intereses nuevos se van despertando.
* Mejor comprensión del funcionamiento del mundo: como consecuencia del punto anterior. Al invertir y vivir en carne propia los vaivenes del mercado resulta imposible no acabar entendiendo un poquito más como funciona "de verdad" el mundo, más allá de propagandas políticas y modas de pensamiento puntuales. Si a ese conocimiento le sumamos los ámbitos nuevos en los que vamos olfateando, poco a poco uno va encontrando algo más de sentido al funcionamiento de nuestra sociedad.
2. Cambios en los hábitos y en los valores
* Derivadas del mayor autocontrol: ¿para qué preparar un futuro económico mejor si no voy a tener salud? ¿Para que comprarme un jersey de 150 euros si con uno de 50 de massimo dutti voy igual de bien y, además, estoy invirtiendo en una de mis compañías? Cada uno se puede hacer sus preguntas, pero lo que yo personalmente noto es que al construir un proyecto a largo plazo el resto de tu vida va cobrando a su vez un sentido a largo plazo, por lo que tus decisiones se van viendo poco a poco influenciadas y van cobrando una mayor solidez. Lo que empieza como proyecto económico se acaba convirtiendo en un proyecto integral, un proyecto sobre la propia persona. Construyes la cartera y sin darte cuenta te vas reconstruyendo tu mismo.
*Cambios en los dispositivos de sentido: Chesterton dijo "quien no cree en Dios cree en cualquier cosa". Sirva la frase como ejemplo de que en general una vida humana requiere de dispositivos de sentido para ser llevada a cabo de forma sana. Uno puede vivir para su equipo de fútbol, para su dios, para su grupo de música favorita, para encontrar un amor en cada puerto, para viajar y conocer el mundo, etc. Al adentrarte en el mundo de la inversión, he notado un cambio profundo en mi sistema de valores y de creencias, un cambio lento pero inexorable. Me gusta menos el fútbol, disfruto más de la familia, le doy muchísimo más valor al tiempo y, en general, creo que hago mejores valoraciones, desde el precio de una cena o un producto tecnológico hasta la calidad de diferentes propuestas de ocio o de relaciones personales.
* Formación de un criterio propio y mejora de la capacidad de elección: elegir valores, elegir donde poner "200 horas de tu trabajo" no es una decisión cualquiera. Estás invirtiendo dinero que es tu tiempo, que es un trozo de tu vida. Y estás entrenando tu capacidad de elegir. Este punto me parece especialmente interesante. Después de cuatro años y medio invirtiendo, me descubro a mi mismo como alguien que toma mejores decisiones, que rara vez toma una decisión "a la babalá" y, como pasa en general con todos los aspectos que estoy comentando, aquí también opera una especie de "interés compuesto", ya que cada buena decisión o evita problemas o genera oportunidades o satisface o supone una ahorro de tiempo o dinero que luego puede encontrar un mejor destino.
3. Cambios emocionales:
* Mayor tranquilidad: Gregorio insiste mucho en este aspecto y creo que se queda corto. Conforme incrementan el patrimonio, la diversificación del mismo y las rentas, la sensación de dependencia de elementos incontrolables disminuye. Incluso al tener problemas familiares o laborales saber que se tiene un plan, una ayuda, un proyecto, genera en mi opinión un "colchón" emocional que permite afrontar las dificultades con algo más de temple y más acierto. Y una vez más todo redunda en todo. Mejores elecciones, periodos de dificultad mejor gestionados, menor duración de los mismos, más tiempo y más tranquilidad, más recursos personales para "invertirlos" en cosas que nos beneficien.
*Mayor autoestima: tengo una sensación muy curiosa. Cuando pienso en mi mismo antes de iniciar este camino siento "vértigo". Tener un proyecto claro aporta solidez personal, tranquilidad, desde la tranquilidad se toman mejores decisiones, etc. Me repito, lo se. Pero quiero transmitir esa sensación de que la transformación que se produce al iniciar la senda de la inversión es profunda, tiene mucho de transformación personal y psicológica, y sus derivadas son muchísimas y, en mi opinión, muy beneficiosas. Además te sientes reforzado. Tienes un plan, vas teniendo un patrimonio, vas sabiendo a donde vas, tienes más capacidad para "defenderte", eres más independiente, sabes más cosas y aprendes cada día, tienes más ganas de seguir aprendiendo. Vas adquiriendo todas esas cosas y un poquito de sabiduría. Tu YO no tiene más remedio que salir reforzado.
* Mayor ilusión: si la cosa va regular, sabes que tus hijos lo tendrán algo mejor y podrán aprovechar tu trabajo. Pero si la cosa va bien, es posible que podamos hacer y tener cosas que de otro modo no haríamos ni tendríamos. Y eso motiva mucho. Le da más sentido a madrugar, a estudiar y a trabajar. Incluso al sufrimiento en algunos momentos.
Y por el momento lo dejo aquí. Más adelante me gustaría hablar también de las dificultades que implica iniciar este camino, que no son pocas, y de los peligros en forma de tentaciones que nos encontramos en él.
Me encantaría conocer las sensaciones y los cambios que ha provocado en vuestra vida iniciar este camino.
Un cordial saludo
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