La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes (P. Drucker)
Todo el mundo desea tener un futuro que sea mejor que el presente, en todo los aspectos de la vida. Lo que la mayoría de la gente no termina de percibir es que ese futuro se va a desarrollar de una forma u otra según las decisiones y acciones que realicemos en el presente.
No basta con pensar en que queremos algo mejor en el futuro, es necesario hacer algo en el presente para que el futuro sea mejor. No sólo eso, sino que hagamos lo que hagamos en el presente (incluso “nada”) estamos construyendo nuestro futuro, para bien o para mal. La dejadez, la inacción, no afrontar los problemas, ignorar lo que no nos gusta esperando que “desaparezca”, etc. también es una forma de construir el futuro, aunque no el futuro que nos gustaría.
En el campo de las inversiones la mayoría de la gente quiere ser rica en el futuro. Para conseguirlo, o al menos mejorar el nivel de vida, no basta con mantener ese pensamiento ambigüo en la cabeza sino que hay que tomar decisiones en el presente que nos lleven por el camino deseado.
Si una persona con poco dinero y sin conocimientos de inversión quiere mejorar su nivel de vida en el futuro debe comenzar ahora a aprender a invertir y gestionar el dinero. Cuanto más tiempo deje pasar sin comenzar ese aprendizaje más se aleja el futuro que desea. De la misma forma, si gasta todo el dinero que ingresa y no es capaz de ahorrar está alejándose de su meta futura con los gastos en que está incurriendo en el presente.